De nuevo en colaboración con Joaquín Otamendi, Palacios idea un edificio que combina el carácter formal de una gran catedral con las necesidades impuestas por un palacio de funcionalidad administrativa y casi industrial. Del mismo modo que en el ejemplo del Círculo de Bellas Artes, los espacios responden aquí, sin embargo, con extremada solvencia a una multitud inagotable de variaciones en su uso.

Dada su ubicación, sirviendo como telón de fondo a la Fuente de Cibeles y en el corazón del hoy conocido como Paisaje de la Luz (entorno declarado Patrimonio Universal por la UNESCO en 2021), ocupa un lugar privilegiado en lo que se refiere a la relevancia icónica del pueblo madrileño. El Palacio de Comunicaciones, también conocido como Palacio de Telecomunicaciones o Palacio de Cibeles, en la actualidad acoge la sede de la Comunidad de Madrid.

Es característica de su fachada la tonalidad blanca del conjunto, además de la disposición de distintos elementos verticales (torres culminadas por distintos pináculos, fundamentalmente) que compensan el predominio horizontal de los principales bloques estructurales del edificio. Esta serie de torres y pináculos repartidos a lo largo de todo el exterior recuerdan de un modo particular a soluciones similares experimentadas por Palacios en su obra realizada en Galicia. En cuanto al interior, y de un modo similar al planteamiento presente en el Banco Español del Río de la Plata, el espacio se organiza en torno a un gran vacío central.