Se trata de un nuevo ejemplo, sobre todo en su exterior, de la influencia que experimentó Antonio Palacios por la Escuela arquitectónica de Chicago de finales del S. XIX, lo que invita a estudiar la relación que mantiene con otros edificios del arquitecto en los que también se muestra evidente dicha influencia, tanto en la ciudad de Madrid (Banco Mercantil e Industrial) como en Galicia (Edificio Banca Viñas Aranda en Vigo).

Comparte muchas características con otro edificio de Palacios realizado en esa misma época, la Casa comercial Palazuelo. Entre otras, el gran vacío estructural rodeado por galerías a distintas alturas, así como su culminación con una hermosa cubierta acristalada, de estilo modernista, que inunda de luz cenital el interior del inmueble.